Como ya os dije en la anterior
entrada, esta técnica consiste en analizar una situación desde diferentes
puntos de vista. Pues bien, ahora hablaremos de la manera que tiene de actuar contra
la obesidad y su relación con las bebidas azucaradas, tanto el sistema
sanitario (PAPPS: programa de prevención y promoción de la salud), la industria
(Coca Cola) y la sociedad.
Como sabemos, las bebidas
azucaradas, por ejemplo, la Coca Cola, están íntimamente relacionadas con la
obesidad y ésta con los problemas cardiacos, que constituyen la primera causa
de muerte en España.
Pues bien, aún teniendo eso
claro, estos son los diferentes puntos de vista:
VISIÓN SANITARIA:
Fuente: PAPPS. Enero 2013
Azúcar,
obesidad, corazón y Coca Cola.
Desde
hace ya mucho tiempo se ha relacionado el consumo de azúcar con
efectos
adversos en la salud tales como la caries dental, el sobrepeso, la
diabetes y
las enfermedades cardiacas.
En el año 2003 la OMS recomendó limitar el
consumo diario de azúcar al
10 % de las calorías diarias, lo que provocó la
oposición de la industria
azucarera y de algunos gobiernos. La OMS tiene la
intención de actualizar
sus recomendaciones sobre la ingesta de azúcar, ypara ello ha encargado
una revisión sistemática de la literatura científica
para analizar la relación
entre el consumo de azúcar y el peso. La revisión
sistemática y el meta
análisis acaba de ser publicado en la revista BMJ en
enero de 2013. El
objetivo de la revisión fue averiguar la relación entre la
ingesta de azúcar
en la alimentación y el peso corporal. En adultos (no
sometidos a dietas),
una menor ingesta de azúcares en la alimentación se asoció
con una
disminución en el peso corporal (0,80 kg, IC 95% 0,39 a 1,21). El
aumento
de la ingesta de azúcares se asoció con un aumento de peso comparable
(0,75 kg, 0,30 a 1,19, P = 0,001).
En niños
se relacionó la ingesta de bebidas azucaradas con la probabilidad de
tener
sobrepeso u obesidad al cabo de un año entre los grupos con
mayor consumo.
El artículo
viene acompañado de una editorial del BMJ, en la que nos dice
que la relación
entre el consumo de azúcar y peso y otros efectos dañinos
en la salud sugiere
que la ingesta debería ser limitada, pero persisten
cuestiones sobre que
límite recomendar. La editorial también presta
atención al alto consumo de
bebidas azucaradas en la sociedad actual.
El consumo de azúcar de esta forma
no sacia de la misma forma que
consumir azúcar de forma sólida, siendo la
reducción del consumo de
bebidas azucaradas una prioridad en salud pública.
VISIÓN
DE LA INDUSTRIA:
Todo ello
acontece en la semana en la que ha sido noticia la campaña de
Coca Cola que
ha lanzado un vídeo en USA, en el que nos da su visión
sobre el problema del
consumo de bebidas azucaradas y la obesidad.
VIDEO
EN USA
ANUNCIO
ACTUAL DE COCA COLA LIGHT
VISIÓN SOCIAL:
Nada mejor
que leer la entrada de Álex Pérez del blog El Piscolabis sobre
Coca Cola y
sus estrategias de venta. La industria alimentaria y su
interés en vender sus
productos como buenos para la salud es una
estrategia de marketing muy
rentable y de plena actualidad.
Fuente:
Blog de alimentación, actividad física y salud.
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Tras analizar estas fuentes de información, entre mis compañeros de
grupo
y yo llegamos a las siguientes conclusiones:
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Acceso para discapacitados visuales. Pinche aquí.
Creo que en este problema el que realmente puede hacer algo para cambiar es el consumidor. El consumidor es el responsable de lo que ingiere y de las consecuencias que eso tiene para su salud. Todos sabemos que comer hamburguesas o comida rápida no es lo más saludable, y aún así lo hacemos. Cierto es, que en la mayoría de los casos esto se debe al estilo de vida que llevamos y a la comodidad que nos supone recurrir a este tipo de comida en lugar de prepararnos comida saludable en casa. No hace falta más que mirar en el comedor de nuestra facultad, donde la mayoría comemos precocinados por esa razón.
Creo que en este problema el que realmente puede hacer algo para cambiar es el consumidor. El consumidor es el responsable de lo que ingiere y de las consecuencias que eso tiene para su salud. Todos sabemos que comer hamburguesas o comida rápida no es lo más saludable, y aún así lo hacemos. Cierto es, que en la mayoría de los casos esto se debe al estilo de vida que llevamos y a la comodidad que nos supone recurrir a este tipo de comida en lugar de prepararnos comida saludable en casa. No hace falta más que mirar en el comedor de nuestra facultad, donde la mayoría comemos precocinados por esa razón.
Aunque lo
ideal fuese lo contario, las empresas siempre van a anteponer sus ganancias a
la salud del consumidor. No nos engañemos, una industria está para ganar
dinero. Gracias al marketing, como hemos visto en este caso, son capaces de
vender una bebida azucarada dentro de una dieta saludable, o son capaces de hacer
que veamos las recomendaciones de salud como imposibles de lograr con la vida
que llevamos. “Harás caso a tooooodo lo que se dice?”, no eches cuentas, vive
la vida y toma Coca Cola.
Así que con
este panorama de la situación yo creo que la mejor solución es una buena EDUCACIÓN SANITARIA de la población.
Con esto se conseguiría que ellos mismos, quienes conociendo y analizando los
productos del mercado, sean responsables de su consumo y abuso. De esta
educación nos podemos ocupar los sanitarios, es decir, personal cualificado,
los colegios y sobre todo la familia. Este es el pilar fundamental de la
educación en cuanto a hábitos saludables. No se puede pretender que por medio
de anuncios o a través de la escuela, un niño cuyos padres no comen fruta, la
coma, por ejemplo.
También creo
que se debería evitar que las industrias o las empresas hagan publicidad
contradictoria con las recomendaciones de salud.
Otras
soluciones propuestas por mis compañeros son:
- Prohibir el consumo de bebidas
azucaradas en menores.
- Aumentar los impuestos. Esto
hará que aumenten los precios de los productos lo que reduce el consumo. Aunque
sería más conveniente que se dejasen de consumir por educación, si es por
dinero también nos vale. Algo así es lo que se ha hecho con el tabaco, al subir
su precio se ha reducido el consumo.
- Conseguir que la política
sanitaria sacase los verdaderos índices a la calle y obligar a su cumplimiento.
Poco a poco se están sacando leyes que regulan la información que se da al
consumidor. Por ejemplo, por ley, la letra de los anuncios, la típica letra
pequeña, debe ser de un tamaño más grande y pasar más lento, para que los
espectadores puedan leerla.
Como
“culturilla general” he de deciros que en España, al ser productores de fruta y
verdura, es mucho más barato comer sano. Sin embargo, en otros países es más
barato ser gordo. La comida preparada es
más barata que la elaborada en casa, pero debido al ritmo de vida, como hemos
visto, nos resulta más fácil recurrir a este tipo de comida.
Comer mal va
de la mano del nivel sociocultural, no es lo mismo una persona de clase media
que tenga que prepararle el desayuno para el colegio a tres niños que una mujer
de clase alta que tenga una señora contratada para que le cocine.
También
debemos tener en cuenta que antiguamente estar gordo era sinónimo de salud,
porque con el hambre que había el que comía era porque tenía dinero, y esta
idea sigue arraigada en las personas de generaciones anteriores.
Espero que
esta visión del consumo os haya hecho ver tanto el propio consumo como la
publicidad de una forma un poco más saludable.
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