domingo, 3 de marzo de 2013

Práctica Nº3: Práctica ABP mediante NPI de “COCA COLA”

Como ya os dije en la anterior entrada, esta técnica consiste en analizar una situación desde diferentes puntos de vista. Pues bien, ahora hablaremos de la manera que tiene de actuar contra la obesidad y su relación con las bebidas azucaradas, tanto el sistema sanitario (PAPPS: programa de prevención y promoción de la salud), la industria (Coca Cola) y la sociedad.




Como sabemos, las bebidas azucaradas, por ejemplo, la Coca Cola, están íntimamente relacionadas con la obesidad y ésta con los problemas cardiacos, que constituyen la primera causa de muerte en España.


Pues bien, aún teniendo eso claro, estos son los diferentes puntos de vista:


VISIÓN SANITARIA:


Fuente: PAPPS. Enero 2013

Azúcar, obesidad, corazón y Coca Cola.
Desde hace ya mucho tiempo se ha relacionado el consumo de azúcar con
efectos adversos en la salud tales como la caries dental, el sobrepeso, la 
diabetes y las enfermedades cardiacas.
En el año 2003 la OMS recomendó limitar el consumo diario de azúcar al 
10 % de las calorías diarias, lo que provocó la oposición de la industria 
azucarera y de algunos gobiernos. La OMS tiene la intención de actualizar
sus recomendaciones sobre la ingesta de azúcar, ypara ello ha encargado
una revisión sistemática de la literatura científica para analizar la relación
entre el consumo de azúcar y el peso. La revisión sistemática y el meta 
análisis acaba de ser publicado en la revista BMJ en enero de 2013. El 
objetivo de la revisión fue averiguar la relación entre la ingesta de azúcar
en la alimentación y el peso corporal. En adultos (no sometidos a dietas), 
una menor ingesta de azúcares en la alimentación se asoció con una
disminución en el peso corporal (0,80 kg, IC 95% 0,39 a 1,21). El aumento
de la ingesta de azúcares se asoció con un aumento de peso comparable 
(0,75 kg, 0,30 a 1,19, P = 0,001).

En niños se relacionó la ingesta de bebidas azucaradas con la probabilidad de
tener sobrepeso u obesidad al cabo de un año entre los grupos con 
mayor consumo.

El artículo viene acompañado de una editorial del BMJ, en la que nos dice 
que la relación entre el consumo de azúcar y peso y otros efectos dañinos
en la salud sugiere que la ingesta debería ser limitada, pero persisten 
cuestiones sobre que límite recomendar. La editorial también presta 
atención al alto consumo de bebidas azucaradas en la sociedad actual.
El consumo de azúcar de esta forma no sacia de la misma forma que 
consumir azúcar de forma sólida, siendo la reducción del consumo de 
bebidas azucaradas una prioridad en salud pública.


VISIÓN DE LA INDUSTRIA:

Todo ello acontece en la semana en la que ha sido noticia la campaña de
Coca Cola que ha lanzado un vídeo en USA, en el que nos da su visión 
sobre el problema del consumo de bebidas azucaradas y la obesidad.

VIDEO EN USA


ANUNCIO ACTUAL DE COCA COLA LIGHT


VISIÓN SOCIAL:

Nada mejor que leer la entrada de Álex Pérez del blog El Piscolabis sobre 
Coca Cola y sus estrategias de venta. La industria alimentaria y su 
interés en vender sus productos como buenos para la salud es una 
estrategia de marketing muy rentable y de plena actualidad.
Fuente: Blog de alimentación, actividad física y salud.



Tras analizar estas fuentes de información, entre mis compañeros de grupo
y yo llegamos a las siguientes conclusiones:


























Acceso para discapacitados visuales. Pinche aquí.

Creo que en este problema el que realmente puede hacer algo para cambiar es el consumidor. El consumidor es el responsable de lo que ingiere y de las consecuencias que eso tiene para su salud. Todos sabemos que comer hamburguesas o comida rápida no es lo más saludable, y aún así lo hacemos. Cierto es, que en la mayoría de los casos esto se debe al estilo de vida que llevamos y a la comodidad que nos supone recurrir a este tipo de comida en lugar de prepararnos comida saludable en casa. No hace falta más que mirar en el comedor de nuestra facultad, donde la mayoría comemos precocinados por esa razón.

Aunque lo ideal fuese lo contario, las empresas siempre van a anteponer sus ganancias a la salud del consumidor. No nos engañemos, una industria está para ganar dinero. Gracias al marketing, como hemos visto en este caso, son capaces de vender una bebida azucarada dentro de una dieta saludable, o son capaces de hacer que veamos las recomendaciones de salud como imposibles de lograr con la vida que llevamos. “Harás caso a tooooodo lo que se dice?”, no eches cuentas, vive la vida y toma Coca Cola.

Así que con este panorama de la situación yo creo que la mejor solución es una buena EDUCACIÓN SANITARIA de la población. Con esto se conseguiría que ellos mismos, quienes conociendo y analizando los productos del mercado, sean responsables de su consumo y abuso. De esta educación nos podemos ocupar los sanitarios, es decir, personal cualificado, los colegios y sobre todo la familia. Este es el pilar fundamental de la educación en cuanto a hábitos saludables. No se puede pretender que por medio de anuncios o a través de la escuela, un niño cuyos padres no comen fruta, la coma, por ejemplo.

También creo que se debería evitar que las industrias o las empresas hagan publicidad contradictoria con las recomendaciones de salud.

Otras soluciones propuestas por mis compañeros son:
                - Prohibir el consumo de bebidas azucaradas en menores.

               - Aumentar los impuestos. Esto hará que aumenten los precios de los productos lo que reduce el consumo. Aunque sería más conveniente que se dejasen de consumir por educación, si es por dinero también nos vale. Algo así es lo que se ha hecho con el tabaco, al subir su precio se ha reducido el consumo.
                - Conseguir que la política sanitaria sacase los verdaderos índices a la calle y obligar a su cumplimiento. Poco a poco se están sacando leyes que regulan la información que se da al consumidor. Por ejemplo, por ley, la letra de los anuncios, la típica letra pequeña, debe ser de un tamaño más grande y pasar más lento, para que los espectadores puedan leerla. 

Como “culturilla general” he de deciros que en España, al ser productores de fruta y verdura, es mucho más barato comer sano. Sin embargo, en otros países es más barato ser gordo.  La comida preparada es más barata que la elaborada en casa, pero debido al ritmo de vida, como hemos visto, nos resulta más fácil recurrir a este tipo de comida.

Comer mal va de la mano del nivel sociocultural, no es lo mismo una persona de clase media que tenga que prepararle el desayuno para el colegio a tres niños que una mujer de clase alta que tenga una señora contratada para que le cocine.

También debemos tener en cuenta que antiguamente estar gordo era sinónimo de salud, porque con el hambre que había el que comía era porque tenía dinero, y esta idea sigue arraigada en las personas de generaciones anteriores.

Espero que esta visión del consumo os haya hecho ver tanto el propio consumo como la publicidad de una forma un poco más saludable.

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