sábado, 9 de marzo de 2013

6 Sombreros para PENSAR


Si ya de entrada, el título de esta práctica resulta un poco raro, más lo será cuando os diga que el objetivo es analizar el Sistema Nacional de Salud (SNS) en España.



Pues sí, hemos usado gorros de diferentes colores para debatir los distintos aspectos de nuestro sistema de salud y es que, normalmente, en los debates se tiende a gritar para dar nuestra opinión y pretendemos demostrar que nosotros somos los que tenemos la razón.

Sin embargo, con este método pedagógico posicionaremos nuestras ideas de otra manera, teniéndonos que poner en todos los puntos de vista y sin hablar hasta que hayamos pasado por todos y cada uno de los colores.

Cada color tiene un significado y nos hará cambiar de prisma y cambiar nuestra forma de ver las cosas en dos minutos y de pensamientos tan extremos como, por ejemplo, positivo a negativo. Una vez que recortamos las cartulinas a un tamaño de 32.5 x 50 cm, escribimos en cada uno de los gorros una palabra que identificase el color, por ejemplo, verde y creativo.

Cuando tengamos puesto cada sombrero debemos hacer una lista con lo que opinamos sobre el SNS mirando desde el prisma del sombrero que llevamos puesto. 


Empezaremos a utilizar el sombrero negro, luego el blanco, el rojo, el amarillo, el verde y, por último, el azul. Éste último representa al líder y es, por tanto, el pensamiento más complicado. 

CARACTERÍSTICAS ASPECTOS DE CADA SOMBRERO:

Los aspectos recogidos para cada color son el resultado mis propias ideas además de las propuestas de mis compañeros del grupo de prácticas.

Comenzamos por el sombrero negro: 

Con este sombrero analizaremos los aspectos más negativos del SNS, ¿por qué no funciona el sistema?




El siguiente sombrero es el blanco, sombrero de la objetividad: 





Decimos que la sanidad influye en la macroeconomía porque investiga, desarrolla y genera numerosos puestos de empleo tanto directos como indirectos.

Debido a la situación económica que estamos atravesando, cada vez hay menos consumo, lo que genera menos ingresos y que el gobierno no recaude, por lo que recorta en las carteras que, bajo mi punto de vista, son las más importantes, educación y sanidad. 

Para tener más datos de este tipo se recomienda el artículo de José Manuel Freire: "El Sistema Nacional de Salud español en perspectiva comparada europea: diferencias, similitudes, retos y opiniones"

Un dato curioso: según un estudio, las mujeres eligen su trabajo por vocación y los hombres por prestigio social. De este modo, las mujeres están más contentas con su trabajo que los hombres. 

Y, no sé si lo recordareis pero los fisioterapeutas estamos entre las 3 profesiones más felices:





A continuación, nos colocamos el sombrero rojo, "decir lo que me salga de dentro":


No estamos conformes con la actitud del paciente porque no colabora. Los fisioterapeutas están mal valorados en el SNS. Aunque los sanitarios estén bien cualificados, muchos de ellos no hacen bien su trabajo. Si todos cumpliesen con su responsabilidad se evitarían muchos problemas. Con los cambios que se están desarrollando se dificulta el acceso a la sanidad. El SNS no tiene nada que envidiarle a los seguros privados.


El siguiente sombrero es el amarillo, positividad:


El siguiente sombrero es el verde, creatividad:



Sería conveniente que el usuario nos valorase más, que nosotros mismo nos valoremos más y que entre los profesionales sanitarios nos valoremos más unos a otros, que nos atiendan y nos respeten. 


Y por último, el "temido" sombrero azul, el líder:


CONCLUSIONES DE LA PRÁCTICA:

Con ella se ha conseguido una participación activa de todo el grupo, en la que todos hemos estado bastante concentrados durante los 12 minutos en los que nos hemos puestos los sombreros. Nos hemos dado cuenta de que nuestras opiniones no son ni las mejores ni las únicas, hemos sabido donde colocar cada tipo de información, sabiendo diferenciar un dato de una opinión.

Decir que es complicado cambiar de pensamiento en solo 2 minutos y que cuando tienes un sombrero puesto te siguen viniendo ideas de un sombrero anterior.

También que por inercia, por condicionamiento del pensamiento, todos nos pusimos el sombrero como si fuere una corona y a nadie se le ocurrió probar a ponérselo al revés. 

En cuanto a los sombreros, cuando nos pusimos el gorro verde los teclados dejaron de sonar mientras que con el rojo, la mayoría, nos sentíamos muy a gusto. El sombrero azul pocos compañeros se lo llegaron a poner, porque, inconscientemente no nos gusta asumir la responsabilidad de ser el líder. 

1 comentario:

  1. Gracias por las reflexiones y criticas a la práctica... buena síntesis en los colores.
    Un saludo
    Marina

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