DOCUMENTAL SICKO
Sicko es una película-documental
de Michael Moore, que se estrenó en 2007, en la que expone su punto de vista
personal del sistema de salud de EEUU. Se centra sobre todo en criticar a las compañías
aseguradoras que se encargan de gran parte de la sanidad de este país.
Su director, Michael Moore, es un
cineasta estadounidense conocido por su postura progresista y su visión crítica
hacia la globalización, las grandes corporaciones, la violencia armada, la invasión
de Irak y de otros países y las políticas del gobierno de George W. Bush y sus
antecesores. Además de Sicko tiene otras muchas películas como Bowling for
Columbie que trata sobre la presencia de armas en Estados Unidos, ganadora de un
Óscar al mejor largometraje documental en 2002, y Fahrenheit 9/11 en la que
hace una dura crítica a la administración de Bush y por la que ganó la Palma de
Oro en el Festival de Cannes en 2004.
La película se basa en comparar
el sistema sanitario de Estados Unidos con los sistemas de salud de otros países
como Francia, Canadá, Reino Unido y Cuba. La idea general es que mientras que
en EEUU hay que pagar por la sanidad, hasta tal punto de poder arruinarse, en
los otros países la sanidad es “gratis”; más adelante veremos que esto no es
del todo cierto.
Moore comienza diciéndonos que en
este país, de los más desarrollados del mundo, hay 50 millones de personas sin
cobertura médica y los 250 millones restantes creen estar cubiertos al tener
contratado un seguro médico con una compañía aseguradora privada como Aetna
Inc., Humana Inc., Cigna o United Health Care.
Entre uno de los muchos ejemplos
que nos da sobre las personas sin cobertura sanitaria me llamó mucho la atención
el de un hombre que pierde dos dedos en un accidente y, tras pedir presupuesto,
tiene que decidir si quiere que le implanten el dedo anular por 12.000 dólares
o el índice por 60.000 dólares y, obviamente, elige el anular.
También, un hombre de 79 años que
tenía que seguir trabajando para poder pagarse los medicamentos que necesita.
En cuanto a las personas que
cuentan con una cobertura sanitaria he de decir que “no es oro todo lo que
reluce” o, en este caso, depende de quien se lleve el oro. Las aseguradoras
tienen la libertad de decidir las características que deben tener los
individuos que aseguran, pudiendo denegar una póliza por peso, talla o IMC. Así
mismo, hay una larga lista de enfermedades que te inhabilita por no reunir las
condiciones necesarias para el seguro; y estamos hablando de enfermedades tan
comunes como diabetes, cardiopatías, anemia, autismo o cáncer, entre muchísimas
otras.
Así pues, hay personas que a
pesar de tener un seguro se acaban arruinando por tener que pagarse la
medicación contra el cáncer o personas que mueren al ser denegado el tratamiento.
Y, en el caso de que se apruebe el tratamiento, hay personal de la compañía encargado
de buscar errores en el formulario o enfermedades leves de la infancia para
retirar la póliza. Y mención aparte requiere el dato de que los médicos ganan
primas por hacer ganar dinero a las compañías denegando las solicitudes de
tratamiento a los asegurados.
Un ejemplo bastante significativo
es el de un hombre cuya compañía le niega uno de los dos implantes que su hija
necesita para oír, pero la compañía cambia de opinión y acepta ambos implantes
al enterarse de que el padre va a colaborar en la película Sicko.
Tras exponer de esta forma el
panorama sanitario estadounidense, Moore nos muestra cómo funcionan los
sistemas sanitarios de otros países. La comparación que hace Moore es con países
en los que la cobertura sanitaria es universal, es decir, todos los individuos
tienen cobertura sanitaria, tengan o no medios económicos, y según parece, la asistencia es
gratuita. Lo que en EEUU te podría costar miles de dólares en estos países es “gratis”.
En Estados Unidos se rechaza la medicina socializada porque se piensa
que es un caos pero Moore habla con un médico del Reino Unido y éste le cuenta
que no es así, que él vive genial y que tiene dinero de sobra para llevar una
buena vida.
Unas frases que me llamarón la atención
mientras se hablaba del sistema francés es: “Aquí pagas según posibilidades y recibes según necesidades” y “El gobierno francés teme al pueblo, sin
embargo el pueblo estadounidense teme al gobierno”
En la última parte nos cuenta que
muchos voluntarios que ayudaron a las víctimas del 11-S y que, a consecuencia
de eso, desarrollaron diversas secuelas crónicas como problemas respiratorios y
que no tienen cobertura sanitaria. Mientras, los terroristas responsables del
atentado detenidos en la base de Guantánamo tienen atención médica 24h,
traslados a clínicas para examinarlos y análisis rutinarios.
Aquí Moore juega con la enemistad
clásica de EEUU con Cuba y se lleva a los voluntarios a un centro de salud de
La Habana donde reciben una atención sanitaria de mejor calidad que la que de
Estados Unidos, ya que aquí no han recibido ninguna.
CONCLUSIONES:
Si algo saben hacer bien los
estadounidenses, sin duda, es autocriticarse.
No debemos olvidar que la intención de esta película es la crítica al
sistema estadounidense dejando ver que es el único país desarrollado que no
tiene cobertura sanitaria universal. Pero no todo es tan radical, esta película
no es subjetiva. Cuenta de manera radical todo lo negativo de la sanidad del
país pero no aporta ningún aspecto positivo de la misma.
Por el contrario, del resto de países
solo cuenta las cosas positivas y da a entender que la sanidad es “gratuita”. Ahora
es el momento de explicar las comillas que he venido usando en esta entrada en
la palabra “gratis”. Nuestra sanidad no es gratuita sino que la pagamos
indirectamente a través de los impuestos, del IVA, los hidrocarburos, los
alimentos.
También da a entender que a pesar
de que en estos países se premie a los médicos por la buena asistencia a los
pacientes y haya una medicina más socializada, los médicos también tienen buen
nivel de vida, pero no dice que puede haber médicos en paro o en peores condiciones.
Tampoco nos da opción a pensar
que algunos de los casos de los que vemos al principio, como el del anciano que
tiene que seguir trabajando se deban a una dejadez de estas personas, que
durante años no han pagado un seguro y han estado usando ese dinero para otras
cosas.
Si tengo que decir, que lo que
más me ha impactado, es que en Estados Unidos dejen a la gente tirada en la
calle si no tienen para pagar la factura y no tienen dónde ir.
Por último decir, que creo que
esta película debería verla todo el mundo, esté o no relacionado con el mundo
sanitario porque nos sirve para darnos cuenta de lo que realmente tenemos. Aquí
os dejo el enlace de la película completa:
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